viernes, 9 de diciembre de 2011

Porque los sueños, sueños son. O no.


Mañana, Comité Regional del PSC-PSOE. Hoy ha salido una tribuna mía en el Diario Montañés que, como ya suponía no gustaría a muchos.
Supongo que es porque, desde mi punto de vista, pongo negro sobre blanco opiniones de mucha gente tan harta como yo.
Hoy estaba viendo a mis hijas ojeando revistas de juguetes, con la ilusión que supone para ellas Olentzero, Papa Noel, los Reyes Magos, con esa inocencia infantil que hace que hasta el mayor de los absurdos para los adultos produzca un encanto mágico en una mente tan poco manipulada.

Al de poco tiempo, respondía a un mensaje sobre la Tribuna del Diario Montañés que ha salido publicada hoy. Miraba a mis hijas y pensaba que, al final, todos necesitamos sentir ilusión, aunque ésta se convierta en la puñetera realidad de Calderón de la Barca y que “los sueños, sueños sean”.
Da igual. Sueño con un partido unido bajo el palio de la ideología que nunca nos debió separar de la gente. Sueño con la unión personal, con la desaparición de egos y malas prácticas. Con el fin de los individualismo y el comienzo de la unión de la fuerza. Con la piña, con la alegría de saberse necesarios. Sueño con la participación y la regeneración, con él ánimo y la formación. Con el compañerismo de antaño, con las casas del pueblo, con las sedes, con un café entre compañeros y risas.

Con el orgullo de las cosas bien hechas, de la caballerosidad de la igualdad, del entendimiento y la complicidad. De los malos ratos que llevan a los buenos. De la paz que vino precedida de una guerra, de las conspiraciones convertidas en miradas cómplices. De los ataques hechos defensa y de las falacias hechas verdades.
Vale, sé que he visto muchas películas de Disney y que la Bella nunca se casaría con La Bestia (o sí, vaya usted a saber)o que Alicia, en realidad, no vivía en el país de las Maravillas, sino en un piso pequeño en pleno casco urbano (sí, pero ella suyo y no del banco) y que el príncipe de Barbie hubiera preferido al primo de Ken (yo también le hubiera preferido a la rubia histérica). Pero es que la vida es así. Hagamos lo que hagamos, el mundo gira y para qué movernos demasiado si, por mucho que nos empeñemos en lo contrario, acabará pasando por donde yo me hallo (son las cosas de Rafa, que tiene más razón que un santo). Eso sí, cuando uno elige bien a la pareja, o conjunto, de baile no hay problema. Gire como gire el mundo, la compañía será de lo mejor
.
Y sí, decía Calderón de la Barca que “los sueños, sueños son”, pero el sabio refranero español dice que “ por el trabajo llegan arriba los que están abajo”.
Y quiénes somos nosotros para llevarle la contraria al refranero con la de sabiduría que esconde en su ser; la sabiduría popular.

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