domingo, 1 de julio de 2012

Querido Diario: InverCantabria se acabó

Querido Diario: esta semana se clausuró InverCantabria. Lo de Diego ha sido como la Pasarela Cibeles pero de los proyectos megalómanos del John Galiano de la política cántabra. Ya sabes, el enfant terrible de la política. Y, como la propia moda, no es importante qué es lo que se enseña (a quién le importa seda o tul cuando se adorna de brillantes y estridentes lentejuelas)

Es decir, modelos ‘carisísimos’ embutidos en tacones imposibles y que sólo son de escaparate porque no sirven para poder salir a las compras, al médico, al colegio, al parque. Es decir, a los lugares donde el común de los mortales suele llevar a cabo su vida diaria.

Diego prometió 800 millones de euros de inversión por cada año de legislatura y, sabedor de que lo único que ha conseguido es aumentar el paro de forma escandalosa y un desdén mayúsculo de quien le prometió acabar Valdecilla –su jefe, Mariano Rajoy- ha tenido que ponerse a recopilar raudo y veloz cartulinas, vídeos e informes de viabilidad económica que parecen sacados de un tebeo de Zipi y Zape por lo imposible de los mismos. Sin participación pública –eso sí, los proyectos costarán a los cántabros el coste que se le imputarán a los enfermos las prótesis y las ambulancias- y con la sensación de ser un denso humo que esconda las vergüenzas de quien sabe que la inacción no se puede sostener 365 aduciendo el mismo argumento: la herencia.

Y mientras se sucedían los ejes, carriles, vías y sendas de InverCantabria, su destrucción de los servicios públicos avanzaban raudos y veloces: el cierre de La Pereda, el comedor social de Santoña, el centro de día de Castro, la intención de cerrar el centro de atención y rehabilitación de la isla de Pedrosa, el Centro de menores, el menoscabo de la educación, tanto primaria, secundaria como universitaria pública a favor de la privada, etc. Y qué decir de la Ley de Dependencia en la que Cantabria, desde la llegada del PP, ha pasado de notable alto a muy deficiente sin despeinarse siquiera.

Es, decir, pasarelas de humo y lujos insostenibles para quienes saben que no es posible ocultar más el engaño.
Diego pasará a la historia como el Presidente que menos estuvo en el Parlamento, que menos guardó las formas, que menos verdades dijo y, sobre todo, que menos cuidó la educación, la buena y la pública.

Querido diario, como decía Paloma San Basilio en aquella Eurovisiva “La fiesta terminó”: “…la fiesta terminó. Ya no hay más que niebla entre tú y yo. Para qué echar más leña a arder si el fuego se ha apagado ya…”. Pues eso, que sólo quedan la niebla y el frío…

1 comentario:

  1. Una pregunta, así a lo tonto, y si no hay 365 personas que se rompan la cadera o que necesiten una protesis, o una silla o una operación a vida o muerte, qué haremos con el deficit??? como pagaremos todo lo que han estimado que vamos a pagar si no lo necesitamos???

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