domingo, 26 de agosto de 2012

Fracking: un peligro de muerte y destrucción


El pez grande se come al chico. Y en el caso del Fracking o Fractura Hidráulica, las grandes compañías petrolíferas, lo intentan de nuevo.
 Saja-Nansa, Bezana-Bigüenzo y Luena, son los planes que, basándose en un “proyecto de investigación de interés general”,   pretenden llevar a cabo las compañías petrolíferas para extraer gas no convencional de estas zonas. Este proyecto que, en el año 2010 estuvo a exposición pública dos meses, no tuvo alegaciones lo que, sumado al visto bueno de los técnicos tanto del Ministerio como de la Consejería de Industria, le convirtió en un proyecto de obligada firma. No es un problema de colores políticos o de quién lo firmó, el problema es que la falta de alegaciones hizo que la firma fuera obligada dado que la Ley de Hidrocarburos está reglada. Señor Arasti, ustedes tampoco hicieron alegaciones a esta técnica, como hicieron con el Plan Eólico. No se trata de volver a hacer oposición a la oposición o intentar lavarse las manos con el ‘tonete’ infantil ese de “yo no he sido”. Se trata de defender la salud y los intereses de la ciudadanía aunque no sea más que por una vez.
Muchos estudios en universidades y organismos americanos y europeos concluyen que las sustancias que se utilizan junto al agua y la arena para conseguir romper las distintas capas del subsuelo son muy tóxicas. Productos como el benceno, el plomo y hasta veintiocho productos más que son probados o posibles carcinógenos humanos según la Ley de Agua Potable de EE.UU.
Hasta llegar a la bolsa de gas no convencional, se extraen toneladas de los líquidos resultantes de la mezcla del agua y los productos químicos que quedan depositados en una balsa de plástico para siempre ya que una vez que se extrae, si lo hubiera, el gas existente en la zona perforada, la empresa “levanta el campamento” dejando allí todos los restos extraídos de los distintos pozos. Es decir, que todos los productos cancerígenos descansarían en las tierras de la zona a expensas de que las balsas se rompan o que cualquier fenómeno meteorológico consiguiera que ese líquido potencialmente peligroso causara una debacle no sólo ecológica, sino ganadera y económica en unas zonas donde la ganadería, el turismo y el medio ambiente son la forma de vida de muchísimas personas en Cantabria.
El rechazo de los ayuntamientos y habitantes de esas zonas está siendo absoluto y unánime. Y también debiera serlo en Santander donde más de la mitad del abastecimiento del agua potable del que se nutre la capital procede de las cabeceras del Pas, donde se pretende ejecutar estos proyectos de investigación.
En Vega de Pas tenemos problemas de suministro de agua en los meses de verano debido al incremento de población durante esos meses y a las necesidades mayores de la actividad ganadera. No podemos permitirnos el lujo, primero, de prescindir de un agua que necesitamos para el consumo de personas y animales y, segundo, de permitir que esa agua que supone la vida y el motor económico de la zona se contamine y provoque una catástrofe de tal magnitud que supondría la desaparición de toda una actividad productiva y, lo más grave, de una forma de vida en la que el cuidado al medio ambiente y al paisaje ha dado pie a la belleza que se puede disfrutar en los Valles Pasiegos.
No queremos poner en riesgo la salud de las personas a quienes representamos. Y ellos, junto al futuro de esta tierra a la que queremos, es la fuerza que nos motiva y nos motivará a negarnos a permitir todo aquello que lo ponga en peligro.
Es tiempo de las energías renovables, esas que trabajan con el Medio Ambiente y no contra él. El tiempo de preservar recursos y formas de vida y existencia en unos tiempos en los que, a causa de la crisis, cada vez más gente tendrá que volver a trabajar en las tierras que abandonaron para buscar oportunidades de trabajo en otros sectores.
Lo que sí tengo claro es que NO es el tiempo del Fracking. No a costa de las personas, de su salud, de su vida o de su futuro. No sin que los que los representamos plantemos batalla contra esta técnica absolutamente perjudicial que no conlleva ningún beneficio y sí  muchos perjuicios.
Los Valles Pasiegos son un clamor contra esta técnica y las grandes petrolíferas deben saber que nos tendrán enfrente, con todo el peso que la ley y la administración nos proporcione pero, sobre todo, con el peso de la gente que vive y ama esta tierra.
Porque la unión será nuestra fuerza y esa fuerza preservará nuestro paisaje y nuestra forma de vida. Porque éste es un problema de todos y cada uno de los que dependemos del agua para sobrevivir

Tribuna publicada en el Diario Montañés

sábado, 21 de julio de 2012

Mentiras, miseria y lucha social

Que el Gobierno miente más que habla es un hecho irrefutable. Que las excusas para justificar esa cantidad tan ingente de mentiras son tan variopintas como falaces, tampoco es motivo de discusión y, para mejorar –si fuera posible- lo dantesco de la situación, hay que recurrir a la prensa extranjera para conocer el alcance de la verdadera masacre de derechos y la ignominia con la que trata a los ciudadanos y ciudadanas de este país, menoscabando a los funcionarios, a los parados o a las personas que menos posibilidades tienen de salir con un mínimo de garantías de esta crisis.

Subidas de impuestos y bajadas de derechos. Un presidente del Gobierno que huye, se esconde y que hace de su capa un sayo pero que pide a sus esbirros que alcen la cabeza ante una ciudadanía con cada vez menos esperanza y más rabia (de esa que, ante la falta de nada que perder, aflora cuanta mayor es la necesidad de lo básico). Un sinsentido de quien gobierna desde el desgobierno que produce el creerse dueño de la situación y no ser más que una marioneta de quién en otros tiempos creyó que eran sus iguales y utilizó para alcanzar el poder.

La manida herencia se ha vuelto como el peor de los boomerangs en todo el morro porque a lo mejor cayeron en la tentación de convencer a toda Europa de sus mentiras desarrogándose culpa alguna de la crisis que nos obliga a ser intervenidos, rescatados y maniatados. Como Rajoy es tan dado a escuchar fuera lo que no es capaz de oír en su país, los medios europeos le recuerdan a diario que nos están apretando el cinturón hasta la asfixia por la necesidad de salvar a los bancos. A esos bancos que financiaron obras imposibles de personajes del PP que contribuyen con arduo esfuerzo al estupidiario en que, los que ahora aplauden al líder cuando anuncia los recortes de la vergüenza, nos metieron.

Frente a la cara de un afligido Rodríguez Zapatero, la orgullosa de Rajoy . Y una imagen que vale mil –¡qué digo, millones!- de palabras.

Y el PSOE, tibio. Demasiado tibio. Si los partidos tienen que ser el reflejo de lo que la ciudadanía pide, el PSOE debe estar a pie de calle y a pie de problema. Con oposición firme y con líneas rojas nítidas, meridianamente nítidas. Pocos –por ser optimistas- pueden entender que se hablen de pactos cuando las líneas rojas no es que hayan sido sobrepasadas, es que han saltado por los aires. Hay que volver a recuperar la esencia del Socialismo, sí, con mayúsculas, volver a sentirnos obreros y recuperar lo que no tuvimos que dejar escapar.

La gente, mi gente, la que veo a diario y a la que atiendo en sus problemas cotidianos en el ayuntamiento, pide ayuda. Sí, ayuda. Nos necesita como nunca y no puede entender eso de la “responsabilidad” traducida en ambigüedad por mucho que ésta responda a una estrategia. A veces tengo la sensación de que nos lastra mucho una especie de injusto “Síndrome de Estocolmo” de nuestros años en el gobierno que pudiera dar la razón al PP en sus acusaciones. Si hoy la situación no es más dramática es por las políticas sociales que se llevaron a cabo en este país durante los últimos 8 años y que se torcieron cuando cedimos socialismo a los mercados. Sabiendo que hay muchas cosas que tenemos que cambiar y, hacer de la corrección de los errores la base de los futuros aciertos, hay que estar en la calle y, sobre todo, con la intensidad con la que se nos pide que estemos.

Colegios públicos con menos profesores, ancianos que habrán de decidir si comer o sanar, el mundo rural como en épocas franquistas, abandonado y con una discriminación con respecto a los núcleos urbanos atroz, dependientes que morirán antes siquiera de ser valorados y parados sin nada que echarse a la boca mientras que en la Catedral de Santiago desaparecen dos millones de euros sin que nadie se dé cuenta porque los dineros de la Iglesia, opacos cual chapapote, no tributan.

Hace algo menos de un siglo, los obreros consiguieron lo que hoy estudiamos en los libros de Historia. Quiero que mis hijas estudien en sus libros de Historia que los obreros recuperaron sus derechos en pleno siglo XXI porque fueron dueños de sus sueños, de sus trabajos y de sus ansias de justicia social y de Igualdad.

Trabajo y lucha. Nada nuevo bajo el sol.


Publicado en Estrella Digital.

domingo, 15 de julio de 2012

Euskadi y Cantabria, izquierdas y derechas. No, no es lo mismo


Un centímetro separan políticas progresistas que han hecho de Euskadi la envidia de la meseta norte y el oasis de esperanza de un futuro distinto al que el pasado viernes marcaban las noventa y una hojas del Decreto Ley en el Boletín Oficial del Estado de una Cantabria gobernada por el PP que supone el espejo de las políticas que hunden a España en la desigualdad, la miseria y la desesperanza.
Una fina línea y un cartel que separan una Cantabria en la que el paro se ha destruido tres veces más rápido que la media nacional, en el que el céntimo sanitario ha supuesto un incremento inasumible de carburantes, aumento del saneamiento más de un treinta por ciento, detrimento de fondos para la escuela pública mientras al Opus se le premia con un millón de euros, aumento de listas de espera, copago de medicinas, destrucción de plazas públicas de Dependencia, destrucción de empleo público, paralización de proyectos  basados en el I­+D+I, aumento de tasas universitarias, impuestos sacados de la manga a los que ya ni manga les queda, recorte en universidad pública para potenciar la privada de dudosa calidad académica y, sobre todo, modos de actuación política que se asemejan a los modos de macarras de barrio más que a representantes de un pueblo asustado.
Un anémico mundo rural al que se le deja morir de hambre de esperanzas de poderse igualar en oportunidades a los grandes núcleos en una Cantabria que es, fundamentalmente, rural.
Mentiras y esperanzas vacías de financiación que expiran en las mesas de ministros y consejeros
Proyectos basados en humo y en la reiteración de los errores que nos trajeron hasta ese estado de crisis y con un Gobierno más ocupado en ser la peor oposición de la oposición.
Al otro lado del cartel, Euskadi sigue siendo la esperanza de una forma distinta de hacer las cosas. Una comunidad con superávit y un crecimiento basado en la investigación, en el desarrollo y en la innovación y en la que sanidad, educación y dependencia han sido respetadas con el máximo escrúpulo por el gobierno de Patxi López.
Socialismo activo frente a Bildu que, pese a hacer ondear banderas de izquierda, derechizan sus actos tanto como para privar a cientos de pensionistas de sus complementos de la pensión al no aportar los expedientes al Gobierno Vasco o que se dedican a amenazar de muerte a las personas que circulan por las calles sólo por hacer ondear una bandera española en el día que España gana la Copa de Europa de fútbol.
Sin embargo el PNV no oculta sus anhelos derechistas y anuncia recortes cual pollo sin cabeza, porque sí, porque la derecha siempre recorta a quienes menos tienen para dárselo a quienes mejor pasan las crisis y ya se sabe que el PNV es partido de tradiciones y obsesiones: consultas, banderas, identidades y ambigüedades al más puro estilo Ibarrechiano.
En Euskadi no habrá copago sanitario, ni recorte en sanidad o educación al estilo Mato y Wert porque las personas siguen siendo importantes. Su bienestar también. En Euskadi se seguirán ampliando las plazas de escolarización de niños de 2 años, o se seguirán construyendo hospitales punteros como el de Mondragón, se seguirán impulsando políticas que faciliten el acceso a viviendas de VPO e incluso habrá alcaldes socialistas que retiren fondos de los bancos que no faciliten préstamos (razonables, por supuesto) a los adjudicatarios de viviendas de protección oficial como es el caso de Mikel Torres, Alcalde de Portugalete.
Un 33% más de becas, impulso al trilingüismo u ochenta mil ordenadores en  el sistema de educación han conseguido que la tasa de abandono escolar en Euskadi sea menor que en España y que incluso en Europa.
Aumento de casi el doble en inversión social y la puesta en marcha de uno de los sistemas más avanzados de atención a personas mayores en su domicilio. Más de 23.000 personas mayores de 65 años atendidas en sus casas de forma personalizada. 321 millones para luchar contra el paro ,2.180 millones para apoyar la financiación de las empresas,  666 millones para apoyar a PYMES y autónomos y un 2% del P.I.B. en I+D+I, energías renovables.
Mientras el PP recorta y lastra a la clase media, los funcionarios, pensionistas o parados para financiar la deuda de los bancos, el PSE-EE invierte en educación, en crecimiento y en apoyos a las pequeñas y medianas empresas que son las que crean empleo.
Un centímetro para dos realidades muy distintas. Euskadi a la izquierda y Cantabria a la derecha , la del PP, la de los que deciden recortar a quienes menos tienen.
Es obvio que no es lo mismo.

domingo, 1 de julio de 2012

Querido Diario: InverCantabria se acabó

Querido Diario: esta semana se clausuró InverCantabria. Lo de Diego ha sido como la Pasarela Cibeles pero de los proyectos megalómanos del John Galiano de la política cántabra. Ya sabes, el enfant terrible de la política. Y, como la propia moda, no es importante qué es lo que se enseña (a quién le importa seda o tul cuando se adorna de brillantes y estridentes lentejuelas)

Es decir, modelos ‘carisísimos’ embutidos en tacones imposibles y que sólo son de escaparate porque no sirven para poder salir a las compras, al médico, al colegio, al parque. Es decir, a los lugares donde el común de los mortales suele llevar a cabo su vida diaria.

Diego prometió 800 millones de euros de inversión por cada año de legislatura y, sabedor de que lo único que ha conseguido es aumentar el paro de forma escandalosa y un desdén mayúsculo de quien le prometió acabar Valdecilla –su jefe, Mariano Rajoy- ha tenido que ponerse a recopilar raudo y veloz cartulinas, vídeos e informes de viabilidad económica que parecen sacados de un tebeo de Zipi y Zape por lo imposible de los mismos. Sin participación pública –eso sí, los proyectos costarán a los cántabros el coste que se le imputarán a los enfermos las prótesis y las ambulancias- y con la sensación de ser un denso humo que esconda las vergüenzas de quien sabe que la inacción no se puede sostener 365 aduciendo el mismo argumento: la herencia.

Y mientras se sucedían los ejes, carriles, vías y sendas de InverCantabria, su destrucción de los servicios públicos avanzaban raudos y veloces: el cierre de La Pereda, el comedor social de Santoña, el centro de día de Castro, la intención de cerrar el centro de atención y rehabilitación de la isla de Pedrosa, el Centro de menores, el menoscabo de la educación, tanto primaria, secundaria como universitaria pública a favor de la privada, etc. Y qué decir de la Ley de Dependencia en la que Cantabria, desde la llegada del PP, ha pasado de notable alto a muy deficiente sin despeinarse siquiera.

Es, decir, pasarelas de humo y lujos insostenibles para quienes saben que no es posible ocultar más el engaño.
Diego pasará a la historia como el Presidente que menos estuvo en el Parlamento, que menos guardó las formas, que menos verdades dijo y, sobre todo, que menos cuidó la educación, la buena y la pública.

Querido diario, como decía Paloma San Basilio en aquella Eurovisiva “La fiesta terminó”: “…la fiesta terminó. Ya no hay más que niebla entre tú y yo. Para qué echar más leña a arder si el fuego se ha apagado ya…”. Pues eso, que sólo quedan la niebla y el frío…

domingo, 13 de mayo de 2012

Sobre el teleférico de Vega de Pas


Suelen decir que los cargos conllevan cargas y éstas no siempre son livianas.
Ayer se presentó en la Casa de Cultura de Vega de Pas el proyecto del teleférico ‘El Mirador del Pas’. Y a la noche recibí muchos mensajes de personas que me preguntaban qué pensaba yo de esto y que me trasladaban la sensación de que yo no creía en este proyecto o no estaba de acuerdo con él.
Sirvan estas líneas para ordenar mis ideas al respecto y a intentar trasladar lo que de verdad creo sobre lo vivido ayer.
Siempre entendí que los proyectos se presentan cuando ya están todos los parámetros definidos: los estudios técnicos, en este caso y muy importantes los medioambientales, de viabilidad y, sobre todo, de financiación. Además, previamente han de ser consultados todas las partes que pudieran estar afectadas y que éstas transmitan sus inquietudes y sean resarcidas de sus preocupaciones, sobre todo cuando lo que está en juego es su vida: sus propiedades, bienes, actividad vital…Pero estamos en los estadios iniciales y cualquier juicio sería prematuro. Creo que hay que esperar y que el proyecto siga sus pasos, y cuando éstos lleguen será el momento de abordar los inconvenientes o incumplimientos que se produzcan.
Lo que sí es cierto es que el PP se ha comprometido en actuaciones y en plazos para el comienzo. También lo es que mi compromiso con el medio ambiente es el mismo que mantengo con el tema del Fracking. Hay que preservar eso que es un modo de vida, el modelo de existencia y subsistencia de un valle pero también velar por el desarrollo de una zona que languidece penosamente y cuyo resultado final, si no podemos revitalizarla y consolidarla, será la muerte.
Creo que hay mucho escepticismo entre la gente con el proyecto y es que los pasiegos, más allá de las puestas en escena, son de los que prefieren ver para creer.
Las prisas son malas consejeras y las reacciones en caliente casi nunca efectivas. Esperemos a ver qué pasa y cómo transcurren los acontecimientos y sobre ellos, analizaremos.
Si es humo, todas las promesas se volverán como un boomerang contra el que las prometió y si el proyecto se convierte en realidad, velaremos por el entorno y por la sostenibilidad del mismo.
A ésta que escribe le hubiera apasionado mucho más revivir la zona de La Engaña; existe y forma parte de la historia, del presente y, espero y haremos lo posible, el futuro.
No es demasiado coherente embarcarse en nuevas aventuras cuando se dejan morir las que existen sin tener en cuenta las vidas que allí se truncaron y la historia, penosa y dura, de quienes allí dejaron sudor y lágrimas.
Como en muchas ocasiones, el tiempo será el mejor de los argumentos, tanto a favor como en contra.
Paciencia y buena letra

domingo, 6 de mayo de 2012

Historia de la Desigualdad, by Mariano Rajoy

Mariano Rajoy escribía ésto cuando era un simple diputado en el Parlamento Gallego en los tiempos de la extinta AP. Simple en materia de igualdad sigue siendo, aunque dañino lo es más un rato largo.



El Faro de Vigo

Viernes, 4 de Marzo de 1983

IGUALDAD HUMANA Y MODELOS DE SOCIEDAD
Mariano Rajoy Brey (Diputado de A.P. en el parlamento gallego)

Uno de los tópicos más en boga en el momento actual en que el modelo socialista ha sido votado mayoritariamente en nuestra patria es el que predica la igualdad humana. En nombre de la igualdad humana se aprueban cualesquiera normas y sobre las más diversas materias: incompatibilidades, fijación de horarios rígidos, impuestos –cada vez mayores y más progresivos- igualdad de retribuciones… En ellas no se atiende a criterios de eficacia, responsabilidad, capacidad, conocimientos, méritos, iniciativa o habilidad: sólo importa la igualdad. La igualdad humana es el salvoconducto que todo lo que permite hacer; es el fin al que se subordinan todos los medios.
Recientemente, Luis Moure Mariño ha publicado un excelente libro sobre la igualdad humana que paradójicamente lleva por título “La desigualdad humana”. Y tal vez por ser un libro “desigual” y no sumarse al coro general, no ha tenido en lo que ahora llaman “medios intelectuales” el eco que se merece. Creo que estamos ante uno de los libros que se han escrito en España en los últimos años. Constituye una prueba irrefutable de la falsedad de la afirmación de que todos los hombres son iguales, de las doctrinas basadas en la misma y por ende de las normas que son consecuencia de ellas.
Ya en épocas remotas –existen en este sentido textos del siglo VI antes de Jesucristo -se afirmaba como verdad indiscutible, que la estirpe determina al hombre, tanto en lo físico como en lo psíquico. Y estos conocimientos que el hombre tenía intuitivamente –era un hecho objetivo que los hijos de “buena estirpe”, superaban a los demás- han sido confirmados más adelante por la ciencia: desde que Mendel formulara sus famosas “leyes” nadie pone ya en tela de juicio que el hombre es esencialmente desigual, no sólo desde el momento del nacimiento sino desde el propio de la fecundación. Cuando en la fecundación se funde el espermatozoide masculino y el óvulo femenino, cada uno de ellos aporta al huevo fecundado –punto de arranque de un nuevo ser humano- sus veinticuatro cromosomas que posteriormente, cuando se producen las biparticiones celulares, se dividen de forma matemática de suerte que las células hijas reciben exactamente los mismos cromosomas que tenía la madre: por cada par de cromosomas contenido en las células del cuerpo uno sólo pasará a la célula generatriz, el paterno o el materno, de ahí el mayor o menor parecido del hijo al padre o a la madre. El hombre, después, en cierta manera nace predestinado para lo que habrá de ser. La desigualdad natural de hombre viene escrita en el código genético, en donde se halla la raíz de todas las desigualdades humanas: en el se nos han transmitido todas nuestras condiciones, desde las físicas: salud, color de ojos, pelo, corpulencia… hasta las llamadas psíquicas, como la inteligencia, predisposición para el arte, el estudio o los negocios. Y buena prueba de esa desigualdad originaria es que salvo el supuesto excepcional de los gemelos univitelinos, nunca ha habido dos personas iguales, ni siquiera dos seres que tuviesen la misma figura o la misma voz.
Esta búsqueda de la desigualdad, viene de múltiples manifestaciones: en la afirmación de la propia personalidad, en la forma de vestir, en el ansia de ganar –es ciertamente revelador en éste sentido la referencia que hace Moure-Mariño al afán del hombre por vencer en una Olimpiada, por batir marcas, récords…- , en la lucha por el poder, en la disputa por la obtención de premios, honores, condecoraciones, títulos nobiliarios desprovistos de cualquier contrapartida económica… Todo ello constituye demostración matemática de que el hombre no se conforma con su realidad, de que aspira a más, de que busca un mayor bienestar y además un mejor bien ser, de que, en definitiva, la lucha por desigualarse.
Por eso, todos los modelos, desde el comunismo radical hasta el socialismo atenuado, que predican con la igualdad de riquezas –porque como con tanta razón apunta Moure Mariño, la de inteligencia carácter o la física no se pueden “decretar”- y establecen para ello normas como las más arriba citadas, cuya filosofía última, aunque se les quiera dar otro revestimiento, es la de la imposición de la igualdad, son radicalmente contrarios a la esencia misma del hombre, a su ser peculiar, a su afán de superación y progreso y por ello, aunque se llamen asimismo “modelos progresistas”, constituyen un claro atentado al progreso, porque contrarian y suprimen el natural instinto del hombre a desigualarse, que es el que ha enriquecido al mundo y elevado el nivel de vida de los pueblos, que la imposición de esa igualdad relajaría a cotas minimistas el privar a los más hábiles, a los más capaces, a los más emprendedores… de esa iniciativa más provechosa para todos que la igualdad en la miseria, que es la única que hasta la fecha de hoy han logrado imponer.

Mariano Rajoy Brey






El caso es que hemos cambiado de siglo y la evolución ha seguido su curso salvo en las mentes retrógradas y enfermas de desigualdad a las cuales habría que aplicar ese dicho médico que dice que "mal que no mejora, empeora".
Rajoy no se rode de mujeres porque sea promotor de la igualdad, las utiliza porque está rodeado de inanes de su estatura.
Y de aquellos Marianos, estos Rajoys

viernes, 4 de mayo de 2012

Querido diario…sanar, pagar o morir

Querido diario, hoy te hablo de la que, creo, es la peor indefensión para una persona que está enferma: saber si tendrá dinero o no para curarse.

Esta semana nos llegaba la gota que colma el vaso. Observo, con impotencia, cómo quienes deberían ser los encargados de velar por la salud, el bienestar de los ciudadanos condenan, sobre todo en el mundo rural, al ostracismo sanitario.

No habrá sustituciones de los médicos que cojan vacaciones o días de permisos y en lugares de orografías imposibles se torna imposible lo de ‘cubrir dos sillas con un mismo culo’.

En caso de enfermedad los días de ausencia los pacientes tendrán que desplazarse, al menos, 15 kilómetros al centro más cercano. ¿Cómo lo harán los que no disponen de un coche en la familia que es la mayoría de los habitantes? ¿Podrán costeárselo? 

¿Tan poco importa el mundo rural al que en la comodidad de la gran ciudad decide leyes que discriminan un 100% más a los ciudadanos de los ámbitos rurales que los de los grandes núcleos?

En municipios como el mío los recortes de sanidad dejan a los ciudadanos y ciudadanas a merced de la suerte y de la cruda decisión. En lugares donde las pensiones derivadas del régimen agrario son más bien escasas, sus habitantes no podrán hacerse cargos de sus enfermedades. ¿Qué pensión podrá soportar los más de 900 euros de una prótesis de caderas y sus correspondientes viajes en ambulancia al hospital? Y el que pueda afrontar la operación, ¿podrá afrontar la rehabilitación bajando en ambulancia todos los días al hospital para hacer rehabilitación a razón de 100 euros al día?

¿Qué hacemos con una persona que se rompa una cadera y no pueda costearse la operación? ¿Qué hacemos con el que no pueda costearse los viajes en ambulancia para recibir quimioterapia, por ejemplo? ¿Les dejamos morir?

Taxi, ambulancia, todos medios costosos para economías de supervivencia y cuerpos supervivientes de duros trabajos y penurias derivadas de las más duras labores en las peores condiciones. Huesos rotos de humedad y cargas y articulaciones quejicosas de años de píndeas laderas en busca del sustento para el ganado que asegurara la economía familiar.

Viejucos que apenas se pueden poder derechos porque en aquellas espaldas los cuévanos llevaban la pesada vida a cuestas desde que apenas tenían edad de poder ser un poco más altos que los mismos cuévanos. 

Cabañas frías y húmedas antaño que sostienen, ahora, cuerpos cansados y necesitados del Estado de Bienestar por el que ellos pelearon desde que la razón hacía hueco en sus vidas.

¿Qué podemos hacer por ellos? Luchar, luchar por sus derechos, luchar por su dignidad y conseguir aquello que hasta la llegada del PP se les suponía: sanidad gratuita y universal.

Y sobre todo, dignidad para no mendigar salud.


Publicado en Aquí Confidencial