lunes, 8 de octubre de 2012

¿Populismo respecto al Fracking? Mejor soluciones serias

El sábado pasado más de 2.000 personas nos manifestamos en Santander en contra del Fracking o Fractura Hidráulica.
No tengo muy claro si ésta que les escribe lo hace muy a título particular o arrastra tras de sí algo de la responsabilidad que una asume cuando es elegida para ostentar un cargo. Yo estoy en contra del Fracking. Y lo estoy porque sé que es nocivo y contraproducente para mis vecinos, para su actividad, para su vida cotidiana, para el agua que beben, para el ganado del que comen y viven. Y en esto, mis vecinos y yo estamos en total sintonía: no lo queremos ni aquí ni en ningún sitio.
El viernes por la tarde saltó la noticia de que el Gobierno de Cantabria prohibiría el Fracking. Así, a modo de titular rimbombante y como si la iniciativa partiera de ellos. No hubiera imaginado yo que el problema de sordera de este gobierno hubiera derivado en tamaña ceguera. Y es que todas y cada una de las mociones presentadas en los ayuntamientos de Cantabria han sido unánimes en su NO al Fracking. Lo más curioso es que tenemos en periodo de exposición pública dos nuevos proyectos de extracción: el Edison y el Galileo, cuya publicación en el BOE del 19 de Septiembre de 2012 (nºs 31313 y 31314) parece que desconocía el Gobierno porque, aprovechando la Conferencia de Presidentes, le podía a haber dicho a Rajoy que ni se molestaran que Cantabria no permitirá el Fracking. Así, como los toreros, con valentía.
Y hemos pasado del titular rimbombante y “quedabien” al titular “friki”. Ese tipo de titulares que ofenden la inteligencia de las personas inteligentes que lo leen. ¡Que dice Nacho Diego que los que nos manifestamos el sábado lo hicimos para agradecérselo a él! Y lo habrá dicho sin rubor y sin un ápice de vergüenza –no me queda claro si alguna vez la tuvo o es que la gastó antes de hacer la Comunión-.
El día de la manifestación hablaba yo con el único diputado del PP que tuvo a bien “agradecer” tal bondadoso gesto a su todopoderoso Presidente y de la conversación mantenida me queda claro que esto no es más que una declaración de intenciones –que comparto absolutamente, todo sea dicho de paso- que algo que se soporte en algún razonamiento jurídico. Y es que la competencia del subsuelo es del estado y no le veo yo con arranque pseudo nacionalista a Nacho Diego como para exigirle a Rajoy las plenas competencias sobre él en Cantabria.
No quiero el Fracking pero los que llevamos meses alegando, formando, informando, involucrándonos y estando cerca de los que temen por su modo de vida en las reivindicaciones, no admitiremos posiciones populistas que no estén basadas en planteamientos serios y factibles. No. Aunque a Nacho Diego le parezca que gastamos talla alta de imbecilidad, ya somos mayores de inteligencia. Y así queremos que se nos trate. Con el respeto debido que otorgan neuronas y el compromiso no engolado y ficticio por una causa que sí nos preocupa.
Y no admitiremos que quienes no se han mojado hasta anteayer, -porque era mucho más sencillo echar la culpar a otros de lo mismo que aparece en el BOE el mes pasado – intenten subirse al carro a costa de pisar a los que ya tiraban de él desde hacía mucho tiempo.
Mire, señor Diego, no sé si este anuncio pretendía desmovilizar –que conociendo sus artes, me da que sí- o, simplemente, marcarse un tanto pero ni una ni otra.
El tanto se lo pueden marcar las personas que llevan tiempo concienciando a la población, informándolas y dándolas a conocer los perjuicios de una técnica que mata nuestro medio ambiente sólo para poder seguir saciando el poder de las petrolíferas.
Todo lo que podamos hacer en contra de esta técnica, lo haremos –llevamos meses diciéndolo- pero no entiendo muy bien qué ha cambiado desde que hace tres semanas, sí, tres semanas, el Consejero de Industria dijera que no había nada que el Gobierno pudiera hacer en el pleno del Parlamento de Cantabria hasta su dosis de “titularesitis” pero créame si le digo que estoy ansiosa por saberlo.
Si cree que este tipo de “frikadas” a las que nos tiene acostumbrados –es lo que tiene no hacer obras que inaugurar, que hay demasiado tiempo libre- nos hará detenernos en la lucha por preservar nuestro paisaje , el agua, la actividad ganadera y agrícola, ¡qué poco nos conoce!. Seguiremos adelante porque nosotros sí nos lo creemos. ¡Vaya que si nos los creemos!
Y mientras tanto, que sepa que no nos manifestamos para darle las gracias. Y que agradeceríamos saber cómo nos podemos negar a que el Fracking se instale en Cantabria y en el resto del estado para sumarnos como los que más.
Lo que sí le agradezco es que haya sacado de este sinvivir silencioso a Iñigo de la Serna. Que estaba el hombre muy preocupado por la posible contaminación del agua de Penilla de Toranzo (de la que se abastece Santander). Y ha sufrido en silencio porque por más que me he esmerado en buscar, ni una sola mención ha hecho en público. Pero me alivia su alivio porque, por lo menos, en algo estamos de acuerdo. No queremos contaminar nuestras aguas. Ni que nadie beba agua contaminada porque no defendimos nuestros recursos.
Demasiado surrealismo para un tema que es serio. Muy serio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario